viernes, 17 de agosto de 2007

Que es el yoga?

Es una ciencia de autoconocimiento que nace del eterno deseo del ser humano por trascender las condiciones ordinarias de su existencia.

Si bien se origina en la India, su estudio y aplicación es patrimonio de la humanidad, ya que nace de preguntas que son universales: ¿quién soy? ¿cómo puedo lograr una vida plena, en armonía con todo lo que soy?

El yoga es una perspectiva de la realidad, un estado de claridad que nos permite reconocer aquello que nos une a cada ser humano, al mundo en su totalidad, en lugar de lo que nos separa de ellos.

Nos aporta herramientas para disolver las resistencias físicas y mentales que nos impiden vivir nuestra verdadera naturaleza; que es la dicha ( ANANDA).Uno de los principales significados de la palabra yoga es unión: con uno mismo, con el universo y con lo divino. Aunque es imposible desentrañar la riqueza y profundidad del término, es importante resaltar que tiene dos significados generales, la de estado y la de camino o proceso.

Yoga es el camino de transformación individual que implica confrontar y trascender nuestros límites para alcanzar el estado de unidad, estado que es a su vez el mismo yoga.Yoga es el estado de serenidad en plenitud que nos permite experimentar nuestra verdad interna.

Es la capacidad de estar centrado en medio de la actividad para obtener una perspectiva clara de lo que está sucediendo y, así, responder de la mejor manera a las diversas circunstancias de nuestra vida cotidiana.¿En qué consiste el Yoga?Yoga abarca los diversos aspectos de nuestra existencia.

Estos aspectos podrían describirse como ramas o áreas de observación; uno de los compendios clásicos de yoga, Los Yoga Sutras de Patanjali habla de las siguientes áreas:

Yama actitudes respecto a lo que nos rodea y hacia los demás, se practica a través de preceptos como no dañar y hablar con la verdad.

Niyama establecimiento de un balance entre prácticas personales de transformación personal, de auto observación y de confianza en la fuerza divina.

Asana se refiere a la práctica física, posturas de yoga que pueden ser practicadas con diversos enfoques, tales como: enfatizando su conexión a través de la respiración, o detallando sus principios de alineamiento, o conectándolas vigorosamente a través de secuencias especiales.

Pranayama concientización de la respiración para expander nuestra fuerza vital y depurar nuestro organismo.

Pratyahara capacidad de interiorizar los sentidos.

Dharana capacidad de dirigir la mente.

Dhyana meditación, es decir, capacidad de relacionarse plenamente con lo que se intenta comprender.

Samadhi capacidad de integración completa con el objeto de comprensión.Para abarcarlos, las diferentes técnicas de yoga ofrecen herramientas con las que se realiza un trabajo transformador en el cuerpo, intelecto, emociones y relaciones con los demás y con el mundo.


Estás técnicas implican movimiento, reflexión, sonido, estudio, meditación etc.El yoga es un camino de experiencia personal que, durante miles de años, ha ayudado al ser humano a reconocer la unidad de cuerpo, mente y espíritu.


Aspecto físico del Yoga, una puerta de entrada a la práctica.


Este aspecto del yoga es el más conocido en Occidente, quizá porque es uno de los más palpables.Se basa en la actividad física que proponen las asanas o posturas, una de las muchas herramientas para aproximarse a la práctica del yoga.

En su acepción más general, al aspecto físico se conoce como hatha yoga, ya que hay otros aspectos de yoga conocidos como bhakti yoga (yoga de la devoción) jnana yoga (yoga del conocimiento), etc.

Existen infinidad de sistemas de hatha yoga, tantos que sería imposible clasificarlos exhaustivamente. La diferencia entre ellos es principalmente el énfasis que los diferentes maestros han puesto ya sea en el alineamiento, el uso de la respiración, en la manera de conectar las posturas, o en las técnicas meditativas.

No importa el enfoque, el objetivo es siempre el mismo: enseñarnos a dirigir la atención hacia el propio proceso de la práctica, llevarnos a fluir en él, abrirnos a la auto observación.En hatha yoga utilizamos el cuerpo para transformar la mente, y, a su vez, el propio cuerpo es transformado.

Cualquiera que sea el sistema, al adentrarse en él se descubre el propósito del yoga: la elevación de la conciencia individual y universal.El Yoga como camino y procesoRecordemos que el yoga no es sólo un estado, es decir, una meta final; implica igualmente un camino, la forma de vida que se da en el proceso.

Empezamos a comprender realmente lo que es el Yoga, el día que aprendemos a ver las posturas como herramientas a través de las que exploramos y abrimos restricciones, despertamos nuestra sensibilidad. Las asanas desempeñan su función en el proceso de practicarlas, no sólo en su forma final.

En este proceso conocernos nuestras actitudes, nuestras ambiciones, algunos de nuestro miedos y nuestra impulsividad. De estas observaciones surge nuestra transformación.Cuando no tenemos la mente enfocada, los movimientos se convierten en ejercicios mecánicos que llevan al cuerpo a un lugar mientras dejan a la mente en otro, provocando así una fragmentación de nuestro estado de unidad.

Hatha es traducido como balance del estado lunar y del lado solar del cuerpo, o el yoga de la fuerza.

MeditaciónLa meditación es la práctica del desapego a nuestros pensamientos y emociones. A través de ella buscamos la experiencia de convertirnos en el observador de esos pensamientos, de esas emociones para descubrir que son relativos: el verdadero "Ser" inmutable es el observador, no lo observado.

Cuando meditamos ponemos a un lado todo aquello que es accidental en nosotros mismos, nos hacemos uno con la quietud, la serenidad y tocamos así a nuestro ser trascendental, nos damos cuenta, aunque sea por instantes, de que somos esa esencia.

La experiencia repetida de esos instantes empieza a irradiar en nuestra vida cotidiana, a lo largo de distintos momentos y adquirimos la capacidad de distinguir lo trascendente de aquello que no lo es.


¿En qué nos ayuda el yoga?


Al paso del tiempo tendemos a volvernos rígidos e inflexibles, tanto física, como mentalmente.

A ello contribuyen, por un lado, la fuerza de la gravedad, y por otro las tensiones, traumas o miedos que experimentamos. Esta rigidez oprime los nervios, glándulas, columna vertebral y los órganos en general, afectando nuestra energía.

El cuerpo se vuelve menos eficiente y sensible, además de perder contacto consigo mismo. Si pensamos que la característica de la vida es el movimiento, cualquier restricción en el mismo implica una disminución en la calidad de vida y en la capacidad de sentirnos plenamente vivos.Al despertar la sensibilidad para detectar nuestro nivel energético, el yoga se convierte en un sistema preventivo de salud, y en un medio de contrarrestar la tendencia natural a cerrarnos y encogernos en todos los niveles.


Algunos de los resultados físicos más obvios y concretos del yoga pueden observarse como un aumento de la flexibilidad, fuerza, equilibrio y resistencia del cuerpo, así como de la vitalidad.

Quien practica yoga, desarrolla buena postura, gracia y libertad en los movimientos; también logra mejoras en la piel, el tono muscular y la apariencia en general. Además, este trabajo físico, profundo y consciente, mejora la salud y retarda los procesos de envejecimiento.

Cuando logramos integrar la mente y el cuerpo a través de la respiración consciente, nos abrimos a nuestras experiencias e intereses y florece nuestro espíritu.


¿Cómo empezar la práctica del yoga?


La práctica del yoga puede cubrir expectativas diversas, como aliviar molestias físicas, o proporcionar un sistema excelente y completo de acondicionamiento físico. Para algunos se convierte en medio de relajación, descanso y equilibrio; para otros resulta una forma de desarrollar la mente y aumentar la capacidad de concentración.

Hay quien hace del yoga un medio de aprovechar mejor su potencial. Pero, más allá de las necesidades específicas de cada practicante, el yoga se convierte en la vía hacia un conocimiento superior y hacia la realización del individuo.

Es muy aconsejable empezar tomando clases en grupo. Para ello encontrarás diversas orientaciones y, como ya lo explicamos, varios enfoques.

Es necesario que observes y utilices tu criterio, toma en cuenta la preparación y experiencia de cada maestro, así como lo que ofrece su clase. Poco a poco te darás cuenta qué es lo que buscas y con quién te identificas mejor.

A lo largo del tiempo y con ayuda de tu maestro podrás desarrollar una práctica personal que te permita transformar aspectos físicos, emocionales y mentales en tu vida. Esta práctica, acorde a necesidades que varían en función de la edad y circunstancias de la vida, incluso de las estaciones del año, es un objetivo deseable.

A través de la clase en grupo puedes contar con el apoyo de la comunidad asidua, pero si personalizas las enseñanzas, descubrirás plenamente el yoga.

Tu práctica personal te ayuda a entender quién eres y el papel que juegas en tu red de interrelaciones; se convierte en espacio vital para observar claramente y tomar decisiones en tu vida diaria, para contemplar la vida desde otros ángulos y tomar mejores decisiones.La combinación de clases en grupo y práctica personal te permitirá sintonizarte con tu propia fuente de sabiduría interna.

Para diseñar tu práctica personal es aconsejable solicitar sesiones individuales con el maestro que consideres indicado para ello.

El objetivo de la práctica lo determina cada persona; el yoga no nos pide creer en nada más en lo que experimentamos, por nosotros mismos.

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